En sus puestos, las cervecerías ofrecían sus variedades artesanales y las fuimos probando una a una. Al comienzo saboreamos las más livianas y luego nos atrevimos con las más fuertes. Con distinta proporción de cebada más o menos tostada, con inclusión de frutos rojos (murta, frambuesa y frutilla) o con miel, tenían el sabor de lo hecho en forma natural y sin aditivos. Algunas se presentan en envase de vidrio y la mayoría las tomamos como chopp y de acuerdo a la tradicional pregunta: “¿Con espuma o sin espuma?”
Acompañamos las cervezas con alguno de los varios ofrecimientos del sector gastronómico. El más popular fue el chorizo alemán con o sin chucrut y se hacía cola para obtener una porción. La mesa de postres y dulces estaba comandada por el famoso kuchen frutillarino.
En charlas con los distintos representantes cerveceros de Puerto Varas, de Frutillar y de Valdivia supimos de sus ideas, opiniones y algunas ideas en común. Una de ellas fue que en toda esta zona chilena se cuenta con excelente agua en la profundidad de la tierra, indispensable materia prima de la cerveza. Otra fue que desean seguir produciendo cerveza absolutamente artesanal y no en forma industrial. También han aunado criterios en cuanto a presentarse en ferias y fiestas en forma conjunta para medir la aprobación de sus productos y no descartan la posibilidad de una ruta turística de la cerveza en el futuro.
Aprendimos que existe una tendencia a maridar algunas comidas gourmet con exquisitas cervezas 100 % naturales y artesanales así como se viene realizando con algunos vinos. Un dato sumamente interesante que comparten personas de buen paladar.
La Fiesta de la Cerveza fue pensada para reunir a la familia y es por esa razón que hay un rincón de juegos para los niños, un enorme predio para que se desplacen y jugos y gaseosas para quienes no consuman alcohol.
Conocidos grupos de rock, cumbia y folclore subieron al escenario para ofrecer su música y animar el baile que de a poco se armó sobre el mismo césped verde donde tomábamos cerveza. La alegre selección musical animó a los presentes hasta que no quedaba nadie sin bailar al compás de sus ritmos.
A las dos de la madrugada despedimos la Erstes Bierfest con un “¡Salud! Prost!”, hasta el año próximo.
Contacto
Ubicación
Extras
Imprimir este paseo