Más cerca del cielo
Llegamos a un bosque refrescante con plantas más altas y helechos enormes. Finalmente, lo tan esperado: ¡unos bancos para poder sentarnos! Estábamos en El Ciruelillo. Apreciamos el pueblo en toda su extensión. Tiene forma de semicírculo y su eje es la Carretera Austral.
Cómodamente instalados, nuestra vista llegaba hasta las afueras del pueblo y la unión de los ríos Palena y Rosselot. También divisamos el puente colgante sobre el río Rosselot. Todo aquello que habíamos aprendido en los planos ahora estaba a nuestra disposición de un solo vistazo.
El sendero hasta allí cubría mil doscientos metros y nos permitió admirar una amplia gama de verdes. Grandes extensiones de campos sembrados y los dos ríos que parecen pintados de ese mismo color, aunque el Palena tiene sus aguas más claras.
Cambio de tonalidades
Unas nubes presagiaban tormenta y también agregaban colores distintos al cielo. Una amplia gama de grises invitaba a terminar pronto con nuestra caminata.
Aún sentados en el banco, prestamos atención a la voz del pueblo, ese murmullo proveniente de su gente, el paso de los autos por la carretera, una sierra sin fin de un aserradero. Su vida diaria se hizo escuchar.
Bajamos con cierta prisa, un poco por la pendiente a nuestro favor y otro poco porque se anunciaba lluvia. Con las primeras gotas sobre nuestras cabezas, recordamos ese dicho de nuestro amigo Rubén: “Norte claro, Sur oscuro, aguacero seguro…”.
Ubicación
Características
DificultadBaja
Extras
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Para tener en cuentaPaseo diurno y con baños.
El trayecto puede realizarse en forma independiente, ya que tiene carteles indicativos.