Llegar allí es realmente increíble. A medida que lo transitamos, el camino nos va mostrando cómo un bosque nativo que se ve perfectamente en la localidad de Antuco comienza a desaparecer y cómo la geografía se vuelve salvaje, agreste y, ¿por qué no?, volcánica.
El río Laja, aunque cada vez más encajonado, nos acompaña a lo largo de todo el recorrido hasta el momento en que casi lo perdemos de vista y lo divisamos a varios cientos de metros, bajo un enorme precipicio. Fascinante. Las montañas comienzan a tomar un color amarronado hasta que el negro gana definitivamente la partida.
Estamos ante la presencia de lava y sedimentos volcánicos que llegaron aquí luego de distintas erupciones volcánicas y que sólo se mueven por la acción del viento o por alguna avalancha natural.
La entrada al parque se realiza a través de una pequeña caseta de control llamada Los Pangues; desde allí comienza una subida hacia la parte más alta del volcán.
En una de sus laderas aparecen las pistas de esquí que, sumadas a algunas decenas de construcciones y refugios de montaña, permiten imaginarnos la importante actividad recreativa que se desarrolla en este centro durante la temporada invernal.
Adentrarnos en el parque
Aun fuera de la temporada invernal, es posible hacer un alto en el viejo refugio del Club Esquí donde, además de observar fotografías viejas y anécdotas impensables para otros sitios, es posible degustar un lomo a lo pobre que justifica por sí haber llegado hasta allí.
Continuando viaje, a tan sólo 2 kilómetros se encuentra la famosa laguna, cuyas aguas turquesas y cristalinas invitan a la fotografía desde varios puntos y tomas. En ella también es posible practicar la pesca deportiva de salmónidos, con ejemplares que muchas veces sobrepasan los cinco kilogramos.
La Sierra Velluda es otro de los grandes atractivos del parque. Se trata de un viejo volcán extinguido cuyos glaciares forman ventisqueros que atraen a cientos de visitantes, quienes quedan sorprendidos por la extraordinaria belleza de sus cavernas de hielo.
Este volcán dio origen también a la Laguna Verde, que es meta de numerosas excursiones, cabalgatas y trekkings que la recorren durante el verano.
Los saltos Las Chilcas y El Torbellino son el nacimiento del río Laja, el cual aflora con fuerza desde las filtraciones de agua que genera el actual dique volcánico.
Sin duda, el verano es la estación más favorable para disfrutar del parque. Decenas de senderos naturales pueden recorrerse en esta época del año que unen sectores como Los Pangues, Lagunillas, La Herradura, el Valle de la Luna, el Anfiteatro, Viejos Arrieros y el sector Los Barros, donde se encuentra el puesto aduanero y desde donde se inicia el camino hacia el paso internacional Pichachén, para cruzar a Argentina.
Ubicación
Características
Duraciónmedio día
Dificultadbaja
Tipo de tourcontemplativo
Extras
Imprimir este paseoDatos Útiles
Para tener en cuentaEl paso internacional Pichachén se encuentra habilitado entre los meses de noviembre y abril y une las localidades de Los Ángeles (Chile) y Chos Malal (Argentina). Las grandes nevadas que azotan la región hacen que sea imposible transitarlo durante el resto del año.