Según historiadores, el español Alonso Quintero, en el año 1536, fue quien desembarcó por primera vez frente a las costas de Papudo. El litoral era habitado por indígenas changos que obedecían al cacique Carande, el cual tenía como seña particular el poseer una doble papada o barbilla. Dicho rasgo fue lo que motivó a los españoles a llamar al lugar Papudo.
Luego, en 1552, llegó a estas tierras el conquistador Pedro de Valdivia, quien cedió estas tierras a Gonzalo de los Ríos para que fundara una ciudad. Uno de los hechos históricos que cabe la pena destacar en la zona de Papudo es que allí desembarcó en 1578 el famoso corsario sir Francis Drake, quien descansó en la región por el término de cinco días. De ese hecho se originó la leyenda de la Cueva del Pirata y el tesoro enterrado cerca de los acantilados costeros.
Con los años las tierras de Papudo pasaron a formar parte de la Gran Hacienda de Pullally. Recién en 1840 el diputado Bernardo Toro presentó el primer plano de Papudo para convertirla en ciudad, y en 1855 se logró formar una población estable. Para el año 1860, la zona comenzó a ser visitada por familias de Santiago y Valparaíso que elegían el lugar para veranear.
En 1865 un nuevo acontecimiento histórico se desarrollo en la bahía con el Combate Naval de Papudo, que se desarrolló el 26 de noviembre. En esa oportunidad los oficiales Prat, Condell, Uribe y Latorre capturaron una cañonera española que bloqueaba la costa chilena.
Para 1897 nace el balneario de Papudo, fundado por Fernando Mackenna. En el año 1906 se logró construir el muelle metálico y el puerto de Papudo. Con este nuevo desarrollo comenzó a aumentar la población y en 1917 se tuvo que presentar un nuevo plano de Papudo que sirvió para el armar el loteo del pueblo.
El 14 de mayo de 1927 se fundó la Ilustre Municipalidad de Papudo. Los años se fueron subsiguiendo y la modernidad también llegó a Papudo de la mano de la red telefónica del país. En 1967 un gran temporal azotó la costa de la ciudad y destruyó por completo el muelle principal. Pasaron varios años antes de su nueva reconstrucción.
En la actualidad Papudo presenta un extenso y apacible borde costero ideal para disfrutar de la playa, la arena y el mar en familia. Nuevos emprendimientos turísticos se están desarrollando en la zona a raíz del gran auge que está teniendo el lugar en estos últimos años.
Cuando corría el año 1847, la zona donde se emplaza Zapallar fue declarada puerto menor para comercio y cabotaje. En aquella época la caleta de Zapallar formaba parte de la hacienda “Catalopico”.
El 26 de noviembre de 1865 frente a las costas de Zapallar se produjo el famoso Combate Naval de Papudo. Si bien el conflicto bélico entre chilenos y españoles se produjo frente a Zapallar, se lo denominó de aquella forma porque los prisioneros fueron desembarcados en la caleta de Papudo, puesto que en Zapallar no existía muelle.
En marzo de 1916, bajo decreto presidencial se independizó la zona de Zapallar del departamento de La Ligua, y se creó de esta manera una nueva municipalidad. Por orden del Ministro del Interior, el Sr. Luis Izquierdo, se nombró como primer alcalde al Sr. Alejandro Fierro Carrera.
En 1923 se constituyó la Sociedad Balneario de Zapallar, integrada por 10 zapallarinos. Su objetivo fue impulsar a Zapallar y financiar las mejoras necesarias en luz eléctrica, agua potable, calles y veredas, arborización y sanidad de la nueva comuna.
En el año 1935, el Sr. Carlos Ossandón Guzmán decidió comprar la totalidad de la Sociedad Balneario de Zapallar en remate público y como único postor, ya que en aquellos años el lugar no tenía el valor comercial que posee en la actualidad.
Antes de morir en 1938, el Sr. Carlos Ossadón Guzmán le donó varios terrenos a la municipalidad de Zapallar para que se hicieran obras y se establecieran espacios verdes. Su hijo Roberto Ossandón Guzmán quedó con los terrenos de la zona de El Canelillo hasta el actual cementerio.
Con el pasar de los años, la zona continuó poblándose paulatinamente y con la muerte de Roberto Ossandón Guzmán en el año 1998 sus herederos iniciaron los estudios para materializar un loteo que mantuviera las características del antiguo Zapallar, con sitios grandes, con lindas vistas al mar, conservando las quebradas, con bajadas peatonales hacia las rocas y con una urbanización de lujo, desarrollada por arquitectos e ingenieros de renombre, que conformaron con ideas y entusiasmo el Zapallar que se ve en la actualidad.