Cuando todo el grupo estuvo listo para empezar la caminata, ensayamos cómo utilizar la piqueta o piolet y los crampones bajo los borceguíes mientras que la adrenalina se sentía dentro del cuerpo. Acomodamos mejor la mochila en la espalda, reforzamos el protector solar en la cara y al grito de: “¡Ahora!”, iniciamos el andar.
A los 1.900 m.s.n.m. comenzamos la subida en hilera y en forma de zigzag de acuerdo con las técnicas básicas de montañismo. Si bien no es un ascenso técnico, requiere de un buen estado físico y resistencia y, durante este primer tramo, parecía que algunos no cumplíamos con ese requisito. Pero la fuerza de voluntad gana siempre y seguimos adelante; hicimos paradas para descansar y unificar el grupo.
Silenciosos y con pasos cortos, nos concentramos en medir nuestra energía y luego de dos horas hicimos un alto para almorzar lo que llevábamos en la mochila. Habíamos logrado los 2.200 metros de altura y, lamentablemente, las nubes nos jugaban una mala pasada: cubrían el paisaje. Divisamos sólo dos picos: los volcanes Llaima y Lonquimay. Faltaba poco, pero quizá lo más complicado. Nos dimos ánimo y contábamos con el aliento del guía.
Cuesta final
La subida hasta la cumbre la hicimos entre piedras volcánicas muy escarpadas y el olor a azufre se hacía sentir cada vez más fuerte. Finalmente llegamos a la orilla del cráter, lo mirábamos atónitos: nuestro cuerpo había resistido el esfuerzo. Nos impactó el hecho de tener bajo nuestros pies un reservorio volcánico de tal magnitud.
Rodeamos el borde para descubrir las distintas postales que incluían los volcanes Lanín, Tronador y Osorno y los lagos Calafquen, Panguipulli y Pellaifa. El viento y la emisión sulfurosa del volcán nos irritaron ojos y fosas nasales al punto de querer emprender el regreso. Antes, festejamos la conquista del Villarrica.
El descenso comenzó de lo más divertido. Sentados sobre la nieve, nos deslizamos como por un tobogán y nos frenábamos con la piqueta. Entre risas superamos esa etapa y el resto fue más fácil: encontramos la aerosilla que nos depositaría en la base.
Dimos una última mirada al gigante de la fumarola eterna y nos pareció increíble haber estado en la cima hacía solo unos minutos. Ya en la combi, de regreso al centro, nos sentimos satisfechos por nuestro rendimiento físico y por la proeza.
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Politur Travel & Adventure
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Ubicación
Características
Duración9 horas promedio para todo el recorrido.
DificultadMedia - alta.
Extras
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Cómo llegarPor el camino que va a Villarrica, a un kilómetro se toma el desvío hacia la izquierda y se recorren 9 km de camino de ripio hasta el acceso al Parque Nacional. Dentro de este área y pasando la oficina del guardaparques, se toma el sendero de la derecha en dirección al centro invernal Villarrica.
HorarioLas salidas se realizan a las 7:30 hs.
Para tener en cuentaEs fundamental llevar suficiente agua o jugo para hidratarse en el camino, un buen protector solar (mayor de 15), almuerzo, chocolates y frutas.