Una pequeña tina con agua muy fría permite introducir alli los pies al emerger del agua cálida y equilibrar la temperatura del cuerpo. Sentimos un placer fantástico: como si nuestro cuerpo pesara menos. Decidimos alargar ese descanso mirando el mar.
Dijo Annet que “quienes desean un baño más energizante, simplemente pasan de una pileta de agua termal a una cascada de agua helada o un chapuzón en el mar a escasos metros de las piletas”. Las aguas, de origen volcánico, son fuertemente mineralizadas.
Mientras ella hablaba, imaginamos tomar baños en horario nocturno y disfrutar del silencio de la noche, sólo interrumpido por el croar de las ranas y el oleaje del mar sobre la playa.
El complejo de cabañas y apart hotel ofrece la posibilidad de alojarse y utilizar la piscina cubierta en el hall central. Se complementa con servicios de spa dirigidos por profesionales: talasoterapia, hidromasaje, fagoterapia, masajes con elementos surgidos de la propia naturaleza.
Para quienes pasen allí varios días, existen actividades complementarias como deportes náuticos, salidas de pesca y senderismo con observacion de flora y fauna.
Regresando en la lancha, experimentamos la sensación de haber aliviado las tensiones propias de la vida diaria.
Nos faltaba conocer otra terma cercana a Puyuhuapi, ubicada sobre la misma Carretera Austral. A sólo 6 kilómetros del pueblo, las Termas del Ventisquero proponen un día de placer disfrutando de sus aguas de origen volcánico en forma conjunta con las aguas de mar.
Hacia allí fuimos después de un intenso trekking realizado por la zona montañosa. A nuestra llegada conocimos a su dueño, el Sr. Luis Calderón, quien nos guió por las instalaciones.
Sobre el borde costero, el complejo parece un balcón al mar, muy armonioso e integrado a la naturaleza. Tres piscinas termales con temperaturas de 35°, 40° y 20° pueden ser utilizadas sin superar los 20 minutos de inmersión.
En un entorno muy agradable, con mucha vegetación, sentimos que este emprendimiento termal está aún en una etapa inicial.
Nos pusimos cómodos y nos dirigimos a la piscina de temperatura media para tomar contacto con sus tibias aguas. De una transparencia inusual, nos proporcionaron una sensación placentera y cerramos los ojos mientras apoyábamos la cabeza en el borde de la piscina.
Cuando faltaban sólo unos segundos para los 20 minutos recomendados, emergimos del agua sintiendo la diferencia con el aire de mar, más fresco pero agradable. Pasamos inmediatamente a un sillón que nos estaba esperando para realizar el relax.
Desde una gran roca ubicada en otro sector de la playa, vimos emerger agua caliente a mucha temperatura que se deslizaba hacia el mar. “En contacto con el agua salada, origina una temperatura de alrededor de 30° y estamos embalsando ambas aguas en una misma piscina”, nos dice el Sr. Calderón.
El baño termal fue un excelente y reparador descanso luego de nuestro día de fuerte caminata. Las piscinas pueden utilizarse hasta las 23 hs. Imaginamos un cielo estrellado sobre nuestras cabezas y un tibio baño de placer para nuestros cuerpos.
Una vez más, constatamos que la tierra nos ofrece siempre sus maravillas con generosa e infinita nobleza. Sepamos aprovecharlo sin perturbar el entorno.
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Hoteles en
Puyuhuapi
Ubicación
Características
Tipo de tourTermas
Extras
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Cómo llegarA 13 km de Puyuhuapi y 213 km de Coyhaique
HorarioVarios horarios de cruce con la embarcación de la empresa.
Para tener en cuentaConfirmar telefónicamente horarios y servicios.