Caminata hacia la joya milenaria
Sentimos la protección de los árboles durante los 3,5 kilómetros que, a paso lento y como disfrutando de ese entorno maravilloso, nos separaban del encuentro con el ventisquero.
Las plantas trepadoras aprovechan los troncos amigos para vivir sobre ellos y son infinitas las variedades de flores que se ofrecen por todo el camino. Encontramos nalcas y helechos enormes al inicio y muchos cambios de tipo de vegetación de acuerdo a la altitud.
Cruzamos el río Ventisquero, el primer mirador y cuando vimos la morrena y carteles indicadores, supimos que faltaba poco. Unos metros más adelante, el mirador en altura nos prometía esa maravilla colgante en todo su esplendor.
Desde aquel lugar se divisa todo en su conjunto. Un triángulo de nieve comprimida que se deja caer por deshielo desde lo alto. Una cascada helada volcándose en ese callejón de rocas negras marcadas por surcos profundos entre cordones montañosos.
Nos costó comprender que allí existan hielos eternos conviviendo con la humedad y exuberancia del bosque, todo a nuestra vista y casi al alcance de la mano. La explicación clara de nuestro guía nos dio las respuestas que necesitábamos.
Con los ojos húmedos y una emoción contenida
La naturaleza nos ofrece esta maravilla y sólo hay que interesarse por encontrarla. Sentimos una enorme emoción por haber escuchado el consejo de no irnos de Puyuhuapi sin llegar hasta este rincón en medio de la selva y permitir que nuestros sentidos se llevaran de recuerdo esa vista imperdible.
Gran parte del Parque Nacional Queulat se puede conocer con el auto, pero lo más representativo, agreste y desconocido se hace caminando. Se caracteriza por ser un muestrario de glaciares con ventisqueros que están en constante movimiento.
Desde allí se puede conocer la laguna Témpanos. Los excursionistas experimentados pueden continuar por el valle hacia la naciente del río Guillermo luego de haber solicitado autorización al guardaparque.
Existe una amplia variedad de caminatas y trekking para recorrer espacios inaccesibles por otros medios.
Hay sectores habilitados para camping y también para merienda (diurnos). Fuera del parque, sólo en áreas particulares en la ribera norte del lago Risopatrón.
Supimos que la flora y fauna presentan gran variedad de especies en el parque. Aves y mamíferos que viven en libertad a lo largo y ancho de este terreno. Pero más allá de los pájaros que gritaban asustados por nuestra presencia y unos patos que jugueteaban en una laguna, no pudimos detectar otros.
La visita llegaba a su fin y lentamente fuimos abandonando el Parque Nacional Queulat con la sensación de haber contemplado ese magnífico ventisquero y disfrutado del entorno en forma personal. Nuestro deseo se había cumplido.
Hoteles en
Puyuhuapi
Ubicación
Características
DificultadBaja
Extras
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Para tener en cuentaSe abona ingreso diferenciado al parque nacional Queulat. Categorías: niños, adultos, extranjeros.
Asesorarse en cuanto a trekking especializado y solicitar permiso del guardaparque.