La ciudad de Villarrica, ubicada en el sur chileno, en la IX Región, fue fundada por don Gerónimo de Alderete, quien bajo las órdenes del gobernador don Pedro de Valdivia estableció la ciudad en el mes de abril del año 1552. En aquella ocasión se instalaron cincuenta vecinos.
Cuentan que el nombre original de esta localidad no fue el de Santa María Magdalena de Villarrica, como se señala tradicionalmente, sino simplemente Villarrica. La razón era muy simple: la creencia de los primeros conquistadores de que existían allí abundantes yacimientos de oro y plata. La alteración del nombre, en verdad, se debió a la existencia de la iglesia parroquial de la ciudad, que estaba bajo la advocación de dicha santa.
Sin embargo, al estar enclavada en pleno territorio mapuche, su historia está llena de luchas, resistencias y revueltas. De hecho, entre 1553 y 1554 la ciudad fue abandonada por los españoles luego de la derrota española de Tucapel, en la que murió ni más ni menos que Pedro de Valdivia. Villarrica recién fue refundada al siguiente año, cuando el Virreinato de Perú ordenó repoblarla una vez derrotada la sublevación general mapuche.
La zigzagueante historia de Villarrica cuenta que hacia 1598 la ciudad volvió a caer frente al asedio mapuche. Comenzó, entonces, un largo período en el que se sumergió en ruinas, hasta que el 31 de diciembre de 1882, con acuerdo del gobierno criollo y de los mapuches, se produjo una nueva refundación.
En esa oportunidad, el cacique Epulef y el coronel Gregorio Urrutia acordaron que el gobierno chileno tomara posesión pacífica del área en forma definitiva. Sin embargo, los mapuches se manifestaron descontentos por las promesas incumplidas del gobierno central. Ante posibles nuevas sublevaciones indígenas, las autoridades decidieron construir un fuerte aledaño a Villarrica, que protegiera su población. Así nacería la ciudad de Pucón.
Con el inigualable atractivo turístico de su volcán, del lago y de las nieves eternas de las montañas, Villarrica despertó muy tempranamente el interés turístico. En 1923 se inauguraba el primer hotel y comenzaron a llegar los primeros contingentes de visitantes, quienes viajaban en tren hasta Freire y luego completaban el viaje con cinco horas de viaje a caballo. Hubo que esperar diez años más para que las locomotoras y vagones llegaran hasta las tierras villaricenses.
Actualmente, según datos del censo de 2012, su población supera los 50 mil habitantes y, por supuesto, su principal actividad económica es el turismo.