Una práctica manera de conocer el borde costero es recorrerlo a pie. No hay nada mejor para ello que elegir el horario en que los fuertes rayos del sol comienzan a entibiarse, mientras el astro va encontrando el horizonte sobre las frías aguas del océano Pacífico.
El recorrido es de unas quince cuadras, aproximadamente. Iniciamos la caminata en el balneario Caleta Abarca, ubicado sobre la Av. Marina, frente al fotografiado Reloj de Flores. Este símbolo de la ciudad fue adquirido en el año 1962 con motivo del primer mundial de fútbol realizado en Chile. Desde entonces, y con algunos pequeños cambios en su maquinaria, viene marcando las horas de Viña del Mar.
Con dirección norte, nos dirigimos hacia una pequeña bahía donde se encuentra la playa Miramar. En este lugar se emplaza el hotel Sheraton Internacional. La marcha continúa y en un abrir y cerrar de ojos estamos frente al Palacio Ross, donde funciona el Club Unión Árabe. Adelante, cerrando una curva sobre las rocas, encontramos el castillo Wulff, que parece robarse la vista panorámica de la ciudad gracias a su arquitectura y belleza.
Siguiendo por el borde marino y cruzando el estero nos encontramos con la Av. Perú. Ni bien comienza esta arteria, una imponente construcción blanquecina cautiva la atención de todos los turistas: se trata del lujoso Hotel del Mar y el Casino Municipal que funciona en sus instalaciones. Este lugar merece una visita aparte, aunque no se sea aficionado a los juegos de azar. En su interior cuenta con dos restaurantes de primer nivel, sala de espectáculos, discoteca y las tradicionales salas de juegos.
Al lado del casino se encuentra la plaza Colombia. En este punto se puede optar por alquilar una bicicleta o solicitar a un cochero de "victorias" que nos lleve hasta el final de la costanera en estos bellos carros con tracción a sangre.
Nosotros decidimos continuar a pie, siempre con dirección norte, por la Av. Perú que se extiende en línea recta por 5 cuadras. En sus laterales ofrece amplias veredas colmadas de asientos para descansar. Importantes residencias se erigen sobre uno de sus costados con privilegiadas vistas de los alrededores. La Av. Perú culmina en la calle 8 Norte. En este punto debimos tomar la Av. San Martín para continuar con nuestro paseo costero. Esta calle es el centro de la vida durante los fines de semana. En ella se encuentran las confiterías, heladerías, restaurantes y pubs más importantes de la ciudad. La mayoría de los jóvenes la eligen como punto de reunión o de encuentro.
Siempre con rumbo norte, nuestro próximo punto de referencia fue la playa Acapulco. Aquí lo mejor es sacarse las zapatos y caminar sobre la arena fina y húmeda de la costa.
En frente encontramos el muelle Vergara. Construido en 1910, luego de 73 años sufrió su primera remodelación para ser transformado en un concurrido sitio de esparcimiento. Muchas personas se dan cita a diario sobre él para probar sus líneas de pesca o redes para obtener cangrejos y jaibas.
En la costanera del muelle nos detuvimos para observar las artesanías de múltiples colores. A muy buenos precios se puede adquirir un muy lindo recuerdo del paso por el lugar.
El paseo continúa frente a la playa El Sol para luego tomar la Av. Jorge Montt, donde se emplazan las instalaciones de la Armada de Chile, el Museo de los Cañones y el santuario marino Stella Maris.
Nosotros decidimos detenernos y admirar cómo el cielo levemente se iba cubriendo de rojo frente al inmenso mar. El viento del oeste se fue tornando a cada instante un poco más intenso. Con la mirada fija en el anaranjado del sol, nos dejamos seducir por su forma que lentamente fue desapareciendo. En silencio, solo oíamos el graznido de las gaviotas que parecían volar en su búsqueda deseando que el día aún no culminara, que se extendiera por unos minutos más antes de darle paso a la noche y las estrellas.
Ubicación
Características
Duración2 horas
DificultadBajo
Extras
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Para tener en cuentaEl paseo se puede realizar en cualquier momento. Aconsejamos realizarlo a la hora del atardecer porque los rayos UV no caen perpendiculares a la tierra. Aun así es recomendable utilizar protección solar, lentes para sol y llevar una botella de agua para hidratarse.