Bajo la consigna “Lenga, verdadero sabor a mar”, una veintena de restaurantes ya son referentes de la cocina regional del Bío Bío. De cara al mar se ubica la mayoría de estos emprendimientos especializados en cocina de mar, que ofrecen exquisitos platos de mariscos y pescados como empanadas, pailas marinas, machas a la parmesana o al pil pil, carapachos o reinetas, congrios y merluzas fritas, entre otras versiones.
Pero además de tentar con este delicioso programa, la caleta también brinda una extensa playa que no está habilitada para bañarse debido a un derrame de petróleo que contaminó las aguas en 1975, pero en la que sí se puede practicar deportes acuáticos como windsurf, kitesurf o velerismo.
El estuario es otro de los atractivos de Lenga. A este refugio natural llegan para procrear y anidar cisnes de cuello negro, cisnes coscorova, cormoranes, taguas y pelícanos, entre otras aves silvestres que se pueden contemplar en una tranquila caminata.
A su vez, los ascensos al cerro Teta Norte, desde donde se aprecia una hermosa vista panorámica de la bahía de San Vicente y del golfo de Arauco, las cabalgatas y los circuitos para andar en bicicleta forman parte de la entretenida propuesta de esta bella caleta.