Este primer pueblo abandonado y oxidado que asoma después de dejar Iquique recibe el nombre de Santa Laura. Fue una oficina salitrera cuya construcción data del año 1872 y que recién en el primer cuarto del siglo XX fue modernizada para adoptar el sistema “shanks” de extracción.
Este método, que luego se haría casi universal, consistía en extraer la sal mediante el uso de vapor de agua. Dicha técnica, descubierta por el empresario y químico chileno don Pedro Gamboni, sería luego perfeccionada por otro pionero, el inglés Santiago Humberstone.
Hacia 1930 Santa Laura contaba con una población estable de casi mil habitantes. Hoy es posible apreciar las edificaciones que se mantienen en pie y que permiten imaginar cómo era todo en aquella época. Santa Laura cerró sus puertas a comienzos de la década del ´60, cuando ya la sal había dejado de ser un negocio millonario.
Ex-oficina Santiago Humberstone
Llegado de Inglaterra en 1875 con sólo 25 años, este hombre revolucionaría la extracción de sal no solo en sus propias oficinas salitreras (una de ellas lleva su nombre), sino también en las del resto del país. Formado académicamente como químico y en el mundo comercial como empresario exitoso, este hábil hombre de negocios logró lo que muchos pretendieron: universalizar el método de la extracción y así unificar los costos de dicha empresa. Principalmente, la mano de obra.
La explotación a gran escala del salitre se inició a principios del 1800 y el objetivo de la misma era la fabricación de pólvora y de fertilizantes. Los primeros cargamentos de salitre fueron exportados a Europa y a Estados Unidos, por lo que la región cobró fama mundial.
La oficina Humberstone, hoy uno de los atractivos turísticos más importantes de Iquique, deja ver una extensa área industrial con sus construcciones típicas, su plaza principal, sus hoteles, mercados, escuelas, calles y otras edificaciones.
A ella llegaba el salitre de los distintos campamentos que tenía en los alrededores. Quienes trabajaban la sal primero la cargaban en bolsas de cuero de lobo, luego aparecieron las carretas tiradas por mulas y, finalmente, los trenes, los cuales llevaban la materia prima hasta las oficinas salitreras.
La década del ´50 logró cambiar el curso de la economía del salitre. La aparición a nivel mundial del nitrato sintético aplacó la explotación y así una materia prima que consumía el mundo pasó a ser reemplazada por nuevos y más eficaces productos. Hoy, el turismo ha rescatado parte de esa rica historia y la muestra intacta a quien quiera conocerla.
Ubicación
Características
Duracióntodo el día
Dificultadbaja
Tipo de tourcontemplativo
Extras
Imprimir este paseoDatos Útiles
Para tener en cuentaSi bien son cientos los pueblos y oficinas salitreras que se hallan alrededor del desierto, la mayoría de las excursiones realiza sus paseos a las viejas oficinas de Santa Laura y Humberstone, a tan sólo 50 kilómetros de la ciudad de Iquique.