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Cuando calienta el sol

Playas limpias, arenas blancas, formaciones rocosas y mar azul, son la combinación perfecta para el verano de Iquique. Aquí presentamos las mejores opciones para pasar un día junto al mar.

Las playas de Iquique son limpias y claras, sus arenas son de una gran blancura que invita al océano Pacífico a mojarlas plácidamente. Geográficamente, a esta altura del mapa no aparecen grandes formaciones rocosas, por lo que el mar se convierte en uno de los más apropiados para tomar baños.

La de siempre, la top

Preferida por los más jóvenes, rodeada de grandes palmeras y postulada todos los años al galardón mundial de Bandera Azul (una de las playas más limpias del mundo), Playa Cavancha reúne las condiciones para ser sin dudas la más popular de la ciudad.

En la década del '70 y del '80, Iquique no fue ajeno a los movimientos culturales y las modas principalmente impuestas desde Estados Unidos. Por esa época se instalaron en la costanera distintos hoteles que de alguna manera intentaban contagiar a este exótico mar lo que pasaba en California o Miami o en la bella y mexicana ciudad de Acapulco. Hoy se los distingue a lo largo de la costanera junto a otros modernos complejos hoteleros que se han instalado recientemente y que día a día, verano a verano, ratifican su existencia.

Playa Brava, la postmoderna

En ella, el amanecer deja ver a cientos de turistas y habitúes haciendo ejercicios matinales. Sus arenas blancas y duras la vuelven ideal para correr. Los años '90 dejaron su huella en grandes hoteles que con su arquitectura moderna y audaz han logrado llevar el mar hasta las propias habitaciones y espacios comunes de sus huéspedes.

En estas playas, apenas el sol calienta, las tablas de surf se apoderan de las aguas y al grito de “Let’s go surfin’ now, everybody´s learning how” (la canción que hizo famoso el surf en el mundo) decenas de jóvenes de todo Chile comienzan a internarse en el mar.

Se los puede ver horas en busca de la ola perfecta o bien dejándose amansar por el suave movimiento que tiene el mar y sus mareas, tranquilas pero siempre puntuales.

Cuando llega el atardecer, decenas de grupos de jóvenes se acercan en auto o bien se instalan en la arena para con sus guitarras, fogones y algún aperitivo mediante disfrutar de los últimos rayos de sol que ofrece el océano.

Brava o Cavancha, Iquique posee en sus playas la multitud o la paz para deleitar al visitante invitándolo a mojarse en un mar que nunca está frío y que siempre tiene algo para descubrir.

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