La protección de todos surge de la prevención, el conocimiento y la organización ya determinada. Si algún día la fumarola se convirtiera en un peligro por el descenso de lahares por las laderas, todos en Pucón colaborarían para cobijarse en los sectores estipulados como seguros. A los visitantes solo se les solicita estar atentos al semáforo volcánico que se encuentra en el frente del edificio municipal y a las vías de escape que han sido habilitadas mediante carteles indicativos en las esquinas.
Vale recordar que el centro de esquí y varias excursiones de verano tienen al volcán como principal protagonista. Los responsables de los alojamientos, operadores turísticos y de servicios conocen cómo moverse en ocasión de un sismo o erupción. Se debe admitir que son acciones naturales propias de la zona y se debe actuar con rapidez ante los distintos grados de alerta.
A sorprenderse entonces por la cartelería de las calles pero saber también que es una forma de protegerse, de enfrentar la situación, con noción de los movimientos a realizar y mucha tranquilidad.
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