Paseos y excursiones:

Caburgua, ojos cristalinos

Los "pozones" naturales afloran en plena selva valdiviana y se llega a ellos en auto o en bicicleta.

Dentro de las excursiones clásicas de la ciudad de Pucón se encuentran los Ojos del Caburgua. Se trata de hoyas que se forman en la cercanía del lago homónimo en un lugar selvático de gran belleza.

Para llegar a ellos en nuestro auto, salimos en dirección al lago Caburgua. Antes de arribar, los carteles indicadores nos hicieron tomar un camino hacia la izquierda y en pocos minutos estuvimos en destino.

Apreciamos el intenso color azul turquesa del espejo de agua, las cascadas y el bosque nativo circundante. El manantial proviene del lago, en forma subterránea, y de algunos riachos cercanos; el agua es transparente y helada. Robles, castaños, notros y arrayanes le dan marco al pozo, también conocido como Laguna Azul.

Pero no son los únicos; más adelante y siguiendo hacia el lago, a la altura de El Cristo se dobla hacia la izquierda nuevamente para encontrar la capilla San Sebastián Carhuello y, en seguida, los Saltos de Bellavista y Los Copihues. Son dos caídas de agua magníficas entre senderos de vegetación exuberante debido a la gran humedad del medio ambiente. Allí también encontramos ollas escondidas entre los verdes de distinta tonalidad.

Seguimos adelante por la ruta al lago hasta la unión de dos ríos, con pequeños islotes y cursos muy tranquilos. Allí se ha desarrollado un camping conocido como La Puntilla. Poco después, otros dos saltos de agua nos maravillaron: Carhuello y Carileufu. En la zona, varios hostales pequeños ofrecen la posibilidad de alojamiento en un espacio privilegiado.

En verano, la afluencia de personas en estas áreas marca un momento complicado en el año por el descuido al que se las somete. Quizá sea necesario recordar que si respetamos lo que la naturaleza nos ha brindado, podremos seguir recibiendo de ella toda su generosidad.

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