El alerce tiene una madera blanda, rojiza e impermeable; esta última condición hace que no se pudra y por ello fue utilizada sin mesura para la construcción de viviendas y barcos. Aún en la actualidad se observan edificios antiguos recubiertos por tejuelas de alerce. Por un lado nos resultan tradicionales, de buen gusto y gran utilidad, pero, a la vez, la industria de la madera creció más rápido que la plantación de sus renovales.
Tomamos varios de los senderos para caminar entre estos veteranos admirables. Son tan altos que su copa se perdía de vista; su tronco es rugoso y en conjunto ayudan a que la atmósfera esté limpia de contaminación. Rodeados por una vegetación espesa, comparten la reserva natural con otras plantas autóctonas y son la atracción principal del área. También, entre montañas y bosques, se esconden lagos y lagunas que admiten la navegación sin motor.
Además, es común ver pequeños animales que habitan en las zonas boscosas como zorros, vizcachas y monitos del monte. En algunos sitios intangibles del parque se encuentran pumas, güiñas o gato colorado, pudú o venado chileno. En cuanto a las aves, notamos la presencia de ellas a través de sus trinos y gracias al guardaparque supimos que el carpintero negro, el martín pescador, el peuco, el pato real, el caiquén y el huet-huet anidan en los distintos rincones. En cuanto a los peces, en los espejos de agua se encuentran percas, peladillas y truchas arcoíris y marrón.
El principal atractivo de esta exploración por bosques húmedos, vírgenes y de belleza incomparable fue el encuentro con una naturaleza en estado puro. Disfrutamos de sus colores y aromas especiales en un clima de relajación. Además, nos impactó saber que a partir de la antigüedad de los alerces se ha entendido la historia ambiental del planeta: los anillos de su tronco son un verdadero libro abierto.
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Hoteles en
Puerto Montt
Ubicación
Características
Duración½ día y día completo.
DificultadBaja y media.
Extras
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Cómo llegarDesde Puerto Montt, se toma la Carretera Austral y, luego de transitar 45 kilómetros, se llega a la entrada del parque nacional Alerce Andino.
HorarioTodo el día.
Para tener en cuentaLa mejor época para visitarlo es entre noviembre y marzo. Un equipo de guardaparques ofrece apoyo a los visitantes durante su recorrido. Hay que llevar ropas cómodas e incluso algún equipo impermeable o rompe viento, debido a la humedad constante del lugar, y cámara fotográfica.
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