Sensación de placidez y serenidad nos ofrece este pequeño pueblo rodeado de playas de arena que brinda una cálida bienvenida a los visitantes.
Contemplar el mar desde adentro y conocer de cerca sus aguas, sus secretos, la gran variedad de aves y mamíferos que se ven en su entorno es algo que se disfruta en Raúl Marín Balmaceda.