Paseos y excursiones:
Valle Las Trancas: naturaleza en los alrededores de Chillán
Pablo Etchevers Jorge GonzálezAntes de llegar a Termas de Chillán se encuentra este singular valle turístico que durante todo el año reúne atractivos dignos de visitar. Imperdible todo el año.

Situado a 70 kilómetros de la ciudad de Chillán, y a sólo 5 kilómetros antes de la llegada a las famosas termas, Valle las Trancas es un sitio de impresionante belleza natural que no se puede dejar de conocer.
Cabañas y complejos hoteleros serpenteados por ríos, montañas, cascadas y saltos, además de senderos naturales y un bosque nativo que rodea la pequeña comarca, son algunos de los elementos que sobresalen a primera vista mientras se decide la actividad elegida para practicar.
Durante el invierno el lugar se convierte en un valle nevado que atrae a miles de turistas que se acercan para divertirse con la nieve y los deportes invernales.
Antesala natural del centro de esquí, sobre su calle principal es posible alquilar tablas de snowboard y esquí, así como también la indumentaria de nieve adecuada para soportar las bajas temperaturas invernales.

Desde allí es posible iniciar caminatas con raquetas o bien partir a la aventura en alguna de las motos o trineos tirados por perros que desde allí salen todos los días en busca de los distintos rincones del bosque.
Cuando calienta el sol
Si existe una estación del año que todo lo transforma, esa es la primavera. Con su llegada los suelos se vuelven fértiles y coloridos y todo florece a medida que aumenta la duración de los días.
La majestuosa presencia del volcán Chillán, que sólo muestra su perfil blanco, comienza a cambiar notablemente y la posibilidad de intentar un ascenso hasta su cumbre empieza a tomar forma real.

Durante los días cálidos de la primavera y el verano, paseos a la Laguna del Huemul, al Valle de Shangrilá, a la Cueva Pincheira o al Salto del Soldado o Velo de la Novia son los habituales para los turistas que se hospedan en el valle.
La Laguna del Huemul se encuentra enclavada en uno de los cerros de mayor altura de la zona y se llega a ella luego de una caminata de varias horas que permite tener una vista panorámica excelente, no sólo de la virgen laguna, sino de toda la región volcánica.
Caballos y monturas son parte también del folclore popular que se observa en verano. Entonces es cuando guías y baqueanos se encargan de mostrar a caballo los distintos senderos y pasos que existen entre las montañas, ya sea para ir a pescar al río Diguillín o bien para llegar hasta las fumarolas del volcán.

El trekking, para aquellos a quienes les gusta caminar, cuenta con senderos realmente mágicos de distintos grados de dificultad, ideales para aquellos que recién se inician y también para quienes desde hace años practican esta actividad.

© 2007-2025 Prohibida su reproducción total o parcial. Derechos de Autor 675243 Ley 11723