El grupo se conformó con varios turistas europeos y nosotros cuatro, todos deseosos de realizar el mismo tour. Dos guías de deportes extremos nos equiparon con cascos y arneses y nos dieron nociones teóricas de seguridad para prevenir y evitar accidentes durante la travesía.
Cuando todo estuvo listo, iniciamos la primera actividad, un trekking interactivo que nos fue anoticiando de las características del suelo y de la fauna y flora que veríamos por el camino. Allí habitan pumas, coipos, monitos del monte y zorros, pero no logramos verlos. En cambio, notamos que había una gran cantidad de patos y aves de distintas características y hasta un martín pescador.
Luego de unos veinte minutos de caminata suave, llegamos al primer desafío de la jornada. Los “expedicionarios”, como nos llamaban, debimos salvar un inmenso cañadón de unos 100 metros de altura con una tirolesa. El primero en pasar fue el guía y luego uno a uno fue cruzando todo el grupo mientras risas, gritos y aplausos coronaban la hazaña.
Como premio, unos pocos metros adelante tuvimos una vista espléndida del lago Todos los Santos, cuya aguas de color turquesa nos impactaron, y de los primeros saltos río abajo.
Internándonos en la selva
Una pequeña senda nos sumergió en el espeso bosque hasta una enorme roca, por la cual debíamos subir mediante sogas. Nos colocamos los arneses y recibimos instrucciones de cómo escalar hasta la cima. Aquí sí que el ejercicio nos cansó y debimos esperar unos minutos para recuperarnos, pero ¡lo logramos!
Por segunda vez, nos esperaba un cañadón pero en lugar del cable carril de la tirolina se trataba de un rappel por el que lentamente debíamos descender unos 100 metros. El vértigo de mirar hacia abajo nos paralizó por unos instantes, hasta que las palabras del conductor nos tranquilizaron. Descendimos mediante sogas por la pared de roca, barro y helechos; solo había que ir sin prisa y midiendo cada paso.
Al llegar abajo nuevamente, nos quedamos tirados en suelo firme, relajados, y nos maravillamos de la aventura realizada. A nuestro alrededor la inmensidad del bosque nos contuvo un rato hasta volver a tomar una senda angosta donde escuchamos el trino de los pájaros y solo pudimos ver unos pocos.
De lejos escuchamos el murmullo del río Petrohué, donde iniciamos la última de las pruebas, que consistió en subirnos a un kayak de los allí estacionados y remar con todas nuestras fuerzas corriente arriba igual que los salmones. Así, traspirados pero felices, arribamos a un muelle en la boca del lago, donde nuestra expedición llegaba a su fin.
Despedimos el Parque Nacional Pérez Rosales, exhaustos, emprendimos el regreso hacia Puerto Varas llevando videos, fotos y especialmente vivencias que no olvidaremos nunca.
“Si existe un lugar donde es posible practicar todo tipo de deportes de aventuras, ese lugar es Petrohue, sin ninguna duda. Desde travesías en kayak de medio día hasta de varios días enteros recorriendo los más hermosos y secretísimos lugares del lago Todos Los Santos; desde practicar canyoning hasta hacer cumbre en el volcán Osorno; desde pescar con mosca flotando por uno de los ríos más hermosos y claros del mundo, hasta bajarlo en rafting clase 3 y 4 nada menos. O bien hacer un tour con camionetas 4x4, o hacer avistaje de aves o realizar trekkings para poder entender, en escenarios naturales que se mantienen intactos, cómo empezó la vida en esta región del planeta hace millones de años. O internarnos dentro de las paredes del único hotel y acercarnos a la historia de sus primeros pobladores y de la dura vida que llevaron. Todo esto y mucho más es lo que podes esperar de Petrohue.”
Franz Schirmer
Expediciones Petrohue
Contacto
Hoteles en
Puerto Varas
Ubicación
Características
Duración2 horas.
DificultadMedia/alta.
Extras
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Cómo llegarDesde Puerto Varas se debe tomar la ruta 225 y transitar 64 kilómetros hasta Petrohue.
HorarioLas eco-aventuras parten durante todo el día, ya que tienen una duración aproximada de 2 horas.
Para tener en cuentaSe deben llevar ropas y calzado cómodos y cantidad mínima de objetos personales consigo, ya que las diferentes pruebas requieren destreza y, por supuesto, atención.