Continuamos hacia Ensenada, apreciando la clásica arquitectura de madera de la costa con sus techos de tejuelas de alerce. Mientras observábamos la flora nativa, escuchamos viejas historias de las épocas en que llegaron los primeros colonos y tratamos de imaginar qué encontraron en estas costas cuando el bosque era virgen y las distancias eran difíciles de cubrir.
Con nuestros prismáticos en mano y tratando de no dejar de ver nada, escuchamos un sonido particular y vimos que las velas se desplegaban hasta tensarse y entonces la sensación de haber regresado en el tiempo fue enorme.
En un punto, la embarcación dio un giro hasta volver sobre sus pasos y dirigirse hacia Llanquihue. Esta población también se apoya en el lago y comparte con todas las demás la edad cronológica que marca la llegada de los inmigrantes alemanes en 1850.
Mientras sentíamos el vaivén del desplazamiento por el agua, íbamos reconociendo las bocas de ríos y arroyos. En ellos se destacaban algunos pescadores con mosca realizando su clásico movimiento ondulatorio de la línea en el aire para alcanzar la distancia necesaria y la trucha deseada.
Bajamos a los salones para acercarnos al bar a tomar algo. Nos sentamos cómodamente a degustar un pisco sour, un vino chileno y unas empanadas y quesos, y a mirar a través de las ventanas. “¿Se fijaron cómo van cambiando los colores? Los tonos cálidos del atardecer desaparecen, las nubes bajan y lentamente se hace de noche”, nos dijo uno de los tripulantes.
El lago Llanquihue quedó registrado en nuestra memoria y también el perfil en el horizonte de los volcanes Osorno con su cima nevada y Calbuco, un poco más atrás. En ese último tramo, enfrentamos nuevamente la ciudad de Puerto Varas, donde las luces de farolas y calles ya se habían encendido y creaban una imagen distinta y mágica de la que habíamos despedido más temprano.
Vivimos la salida a navegar sin apuros, desde una perspectiva distinta y disfrutando de un mundo nuevo. Nos despedimos del Capitán Haase, cuya hermosa figura quedaría anclada y balanceando sobre el agua sus dos mástiles hasta el día siguiente.
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Hoteles en
Puerto Varas
Ubicación
Características
Tipo de tourNáutico
Extras
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Cómo llegarEl barco se encuentra anclado en la bahía de Puerto Varas y las excursiones se contratan desde la Secretaría de Turismo de Puerto Varas o desde un pequeño muelle llamado Capitán Haase.
HorarioEs necesario consultar telefónicamente, ya que varían de acuerdo a la época del año.
Para tener en cuentaPueden embarcarse adultos y niños de todas las edades acompañados.
Navega todo el año; realiza salidas de pesca y eventos particulares.
Cuenta con las medidas de seguridad que indica su registro de yate costero.
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